Así paso el tiempo, entre
las noticias de
las Conversaciones de Paz, reuniones secretas, intifada,
esperanzas y un día llego la noticia que habría
devoluciones de zonas ocupadas que ya no habrían
campamentos de refugiados, que no se levantarían mas
asentamientos y que no llegarían nuevos colonos a pesar de
las protestas de aquellos que se sentían dueños de
la tierra, que
negaban la existencia de Palestina, a pesar de ello, los
campamentos fueron abiertos, parecía un sueño, pero
era real, los campamentos dejaron de ser tales y los niños
volvieron a sonreír, a correr por su estrechas calles,
otra vez el bullicio, se abrieron los viejos cafés y los
ancianos volvieron al reencuentro, ya no había toque de
queda, ello era cosa del pasado.
Nain y Kaled, ya no estaban solos, ahora estaban con su pueblo
juntos, lograron encontrarse con el hermano de su padre, Gamal,
el tío que no tuvo hijos porque los opresores mataron a su
esposa, una bala perdida dijeron y como era Palestina no
hubo investigación, pues, no tenía
derechos,
así que el tío Gamal ya no volvió a casarse,
ahora, Dios le daba la gracia de tener dos hijos que
habían quedado solos, fue la soledad la que los
unió, una felicidad embargo a los tres, no sabemos si ello
fue un milagro o fue el destino que estaba trazado en esta
tierra de
tanto dolor para un pueblo que creía estar olvidado.
Muchos se preguntaron entonces ¿Quien pedirá
cuentas a los
asesinos? ¿Quien hará justicia por
los niños de Sabra y Chatila?
Muchas eran las preguntas sin respuestas, muchos fueron los que
partieron a la diáspora sin retorno, muchos los ausentes
¿Podría olvidar todo ello el pueblo?
¿Podría perdonar a los causantes de su dolor?
¿Perdonaron ellos al nazismo?
¿Perdonaron ellos al mundo por darles la espalda?
¿O todo fue una venganza del siglo XX?
Mucho nos preguntaran los Nain y los Kaled de los campamentos. Un
día en el campamento, Nain le pregunto a Kaled
¿Será cierto que aquí nació el hijo
de Dios?, Porque si ello es verdad, entonces nosotros somos su
pueblo, ¿Entonces como permite que todo esto suceda con
nosotros? ¿Fueron los mismos los que un día
crucificaron al Mesías, los que hoy nos matan? Nain dudaba
de su fe, pero Kaled le dijo que todos éramos hijos de
Dios y que al igual que Caín mato a Abel, hoy la historia se repetía,
pero que todo este dolor que hoy experimentaban algún
día se acabaría, así fue, hasta que los
campamentos fueron abiertos y el pueblo volvió a ser
pueblo.
La reconstrucción no se dejo esperar y Nain inicio sus
estudios juntos a Kaled, pues habían estado
privados de ello por mucho tiempo, ahora eran niños
normales, pero con un recuerdo duro de aquellos que nacieron en
los campamentos de refugiados, de los niños que no
conocían el mundo más allá de la alambrada,
descubrieron que había otro mundo más allá
de las murallas y barricadas, ya no eran más los
niños de los campamentos.
Cuantos niños sobrevivieron en los campos de refugiados de
la Cruz Roja, de la Media Luna Roja en Medio Oriente, cuantas
historias se repiten hoy en Bosnia, Croacia,
etc.
Hoy Nain y Kaled viven en una aldea Palestina, en la pasividad
que da la vida del campo, entre los olivos y los naranjos.
Ayer recibí carta de Nain y
en ella me contaba que aún la paz no estaba sellada
aún, a pesar de la devolución de las zonas ocupadas
y me pidió que le publicara el siguiente Poema:
"Asentamiento"
¿Vez ese olivo?
Lo planto el abuelo de mi padre.
¿Vez ese naranjo?
Lo planto mi madre.
¿Vez ese limonero?
Lo plantaron cuando yo nací, y de
ello han transcurrido catorce años ya.
¿Vez esa construcción?
Es un nuevo asentamiento.
¿Vez como avanza?
Dicen que llegara aquí.
¿Que será de mi olivo, del naranjo y el
limonero?
¿Los dejarán?
¿Los arrancarán?
¿Me quitaran mi tierra?
¿Mataran mis sueños?
¿Lo sabrá mi abuelo?
¿Lo sabrá mi padre?
¿Lo sabrá mi
madre?
En ellos esta mis historia,
En ellos esta la historia de mis abuelos,
de mis padres, de mi pueblo.
¿Vez esa construcción?
Es un nuevo asentamiento,
Sabes, dijeron que no levantarían más,
Que nos devolverían la tierra arrebatada,
pero cada día avanzan más.
¿Vez como avanzan?
Son los dragones de la tierra que se arrastran por el campo y lo
devoran todo,
Son las víboras de las noches oscuras.
¿Qué será de mi olivo?
¿Qué será de mi naranjo?
¿Qué será del limonero?
¿Qué pasará con mi historia?
¿Vez como avanzan?
Nain describe crudamente un nuevo problema: los asentamientos,
las nuevas construcciones en las zonas ocupadas, en las zonas que
serán devueltas a los palestinos, ahora el enfrentamiento
es con los colonos, para Nain y Kaled el futuro continua
incierto, la pesadilla no ha terminado.
Autor:
Cesar A. Salomón H.
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